Cartagena de Indias en escasos 12 años cumplirá cinco siglos de historia y muy a pesar de ello, se llegará a tan alto guarismo con una larga y retadora lista de asuntos por corregir, para poder predicarla como una ciudad realmente competitiva. Industria petroquímica, comercio, turismo, astilleros, logística, portuaria y la agroindustria son sus apuestas consensuadas, pero todas ellas demandan avances significativos en institucionalidad pública, y en servicios y equipamientos públicos, sobre los cuales se avanza a un ritmo nada ideal o lo que es peor, se desandan los alcanzados. Le podría interesar: "Que el Tren Regional Caribe sea una realidad y se extienda a La Guajira").
El índice de pobreza y aún más el de desigualdad; la robusta situación de informalidad que aporta al sistema muchas de sus unidades económicas con la elusión y evasión y por ende baja inclusión social; la calidad de la educación; los bajos niveles de gestión del conocimiento en el sector público tan vitales para ser eficientes, tal como el de planeación territorial; se contraponen a los significativos avances del esfuerzo privado, de la academia y de muchas entidades de utilidad común, que necesitan como todos en la sociedad, tener respuestas en condiciones de calidad y oportunidad para que su aporte sea más efectivo en el alcance de los fines del desarrollo.
Hay suficiente consenso sobre temas que deben ocuparnos en sacarlos adelante y a prisa. Un pacto de largo aliento por la educación; la movilidad, pues no sólo se trata de completar el sufrido Transcaribe, sino de otros asuntos gruesos y muchas veces evadidos del diálogo público tales como el transporte informal en moto; políticas de generación de empleo productivo y facilitación de los negocios; seguridad; cultura ciudadana; instrumentos de planeación modernos y la modernización de la administración distrital, todo sin perjuicio de hacer desde el ejercicio del poder lo que legal y éticamente corresponde para el incremento virtuoso de la estabilidad institucional y ciudadana y con ello se pueda contribuir al establecimiento de una auténtica gobernabilidad democrática, que como todo lo democrático, es un oficio común.
Haciendo lo que nos corresponda con decisión y solidaridad para alcanzarlos. Cartagena tan querida y también tan malquerida, nos necesita buenos ciudadanos, interesados en lo público, en elegir bien y a los elegidos con la claridad de que el poder es para servir y no para servirse.
Mónica Fádul Rosa, Directora de Fenalco Seccional Bolívar
De ahí que debamos compartir en el espacio común, que hoy más que nunca nos necesitamos unidos, dialogando genuinamente y con constancia, perseverando y empujando el barco a un ritmo cadencioso. Construyendo acuerdos y respetándolos".